La historia de Althaia es también una bonita historia de amor: cuando Mayte vino a Alicante, para continuar su trayectoria profesional en el mundo del vino, conoció a Jorge. Un día probando las cervezas de Jorge, éste le confesó que su sueño siempre fue el de vivir de lo que más le gustaba, hacer cerveza. Ambos, apasionados de la elaboración, no se lo pensaron dos veces.