Volvemos al origen para darle una segunda vida a campos abandonados desde hacía décadas y dinamizar un rural gallego -tan castigado- a través del cultivo de la variedad gallega de trigo recuperado denominada Callobre, más nutritiva, genuina, sin modificaciones.
Molemos después en piedra el grano entero, conservando el germen y sin prisas, ofreciendo auténtica slow fariña.